lunes, 25 de abril de 2011

La semilla de la vida


La semilla de la Vida.

Dejo plasmado en el papel mis palabras,
dejo presas en palabras verdades y emociones,
como un legado oculto, anhelante y expectante.
¿Quién lo encontrara?

Como silenciosos testigos inmóviles,
esperan quien las lea, quien las crea,
y toman alas en los sueños del lector,
formas curiosas que se revuelven en el alma.

Cada cual le da diferentes colores,
cada uno las entiende de diferente forma,
y adornan el alma de su poseedor,
con frutos, algunos iguales, otros de otro color.

El pensamiento toma forma algunas veces caprichosa,
se enreda y se esconde en frases, palabras,
se apoya en comas, en puntos y espera.

De repente salta a la mente del lector,
y empieza lentamente a producir color, formas,
y se desenvuelve en la conciencia, dejándose formar, formando.
Y se acerca al alma, lentamente, sin apresurarse.

No salta barreras, no abre puertas a la fuerza,
coquetea con ellas, les giña el ojo,
y graciosamente se acerca a ellos, captando toda su atención.
Y sin que ellos lo noten, pasa de largo, coqueta, sutil.

Van por el camino graciosamente, dejando ver todo su encanto,
sus vestidos de interpretación, se extienden por todo el camino,
y arrastran tras de sí las miradas de todo pensamiento,
Como encantadoras semillas cargadas de poder.

Como cargadas de una poderosa energía,
que llevan vida, son dejadas en el camino,
sembradas con una canción, que todo el pensamiento a una silba,
como hechizado por su poder, bailando al canto de ellas.

Y se acercan al alma, suavemente, con una sonrisa.
La mayoría las reciben gozosos, encantados con su belleza.
¿Pero cuál será su fruto? ¿Cómo saberlo?
¿Acaso importa? Son hermosas, dice un ciego.

La palabra es una semilla de vida o muerte,
que se extiende como árbol frutal,
primero semilla, planta, árbol y fruto,
hasta que desciende en un campo fértil.

Pero mis palabras no llevarían vida sino muerte si fueran mías.
La Palabra de Dios tiene poder para darte Vida.
Los pensamientos de Dios son llevados en Su Palabra,
y son Espíritu y Vida a quien las cree.

¿Quién ha visto a Dios, quien conoce sus pensamientos?
Han sido dejados plasmados en Su Palabra,
si los dejas entrar en tu alma, producirán Vida,
de sí mismos, la Vida de Dios.

Su Palabra permanece y lleva fruto.
¿Quieres saber dónde está el árbol de la Vida?
La Palabra de Dios es el árbol de la Vida.
"La Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros"

Pero no solo las palabras que escuchas llevan fruto,
toda palabra que sale de tu interior, llevara fruto.
¿Qué fruto quieres recoger de tus palabras?

La palabra cuando sale del corazón,
es la imagen de tu interior, está cargada de ti,
lleva tu esenciá, tu vida o tu muerte.

Toda palabra que salga de ti,
lleva fruto, para vida o para muerte.

La palabra es el lenguaje eterno,
que se teje en la enramada de la vida,
y te aprisiona o te hace libre.

Toda palabra sin Cristo, lleva fruto de muerte.
Toda palabra en Cristo, lleva fruto de vida.

Henry Padilla Londoño

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