sábado, 6 de noviembre de 2010

Mi viejo amigo

MiviejoAmigo
Llegue a tu lado, te mire por un momento,
Viejo amigo, parecía que me mirabas,
Inmóvil, solemne y silencioso.
Al final siempre nos encontramos, tú y yo.

Cuantos recuerdos, cuantos secretos revele a tu lado,
¿Cómo estas, viejo amigo? El tiempo ha pasado,
Aún tú, Aun tú no eres inmune al tiempo.
Pero después que yo me vaya, tú seguirás en pie,
Guardando secretos, siendo testigo de todo lo que ves.

Ves mis canas, han empezado a aparecer,
Si parece que fue ayer que corría a tu alrededor,
¿A dónde se fueron mis días, mis sueños?
Los que soñé a tu lado, viejo amigo.
Se han ido, no todo salió como planeamos,
Pensándolo bien, nada salió como esperábamos.

Como un viento poderoso, la vida me golpeo,
Igual que a ti, y se llevó mis sueños.
Me desnudo, no me soltó hasta casi acabarme.
Y tirado, esperando el final,
Llego él, pensé que era la muerte.
Me levanto en silencio, no decía nada,
¿Y ahora qué?, pensaba yo, ¿Qué más me puede pasar?

Empezó a limpiar mis heridas,
Y me cuido como a su hijo,
Me alimento y me vistió, estuvo a mi lado,
Sano mis ojos, los limpio con colirio,
Abrió mis oídos, y entonces oí.

Amigo, eso vine a decirte,
Lo maravilloso que todo es ahora,
Ahora veo, ahora escucho, viejo amigo, ahora soy feliz.
Han vuelto los sueños, he vuelto a vivir.

Ya viene el invierno, y tus hojas han caído ya,
Hay esperanza, aún para ti,
Él todo lo puede cambiar,
Y cambia los corazones, transforma las mentes.

Los que ahora te destruyen y acaban,
Un día no serán más, y todo será de él.
Y entonces nadie te dañara.

Ah, casi lo olvido, por si un día lo ves,
Se llama Jesús, el buen amigo,
Él fue el que me ayudo.

Henry Padilla Londoño

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