lunes, 22 de noviembre de 2010

Un camino inesperado

UnCaminoInesperado

Este es un testimonio que escuche, y adapte en forma de historia y postal. Déjenme sus comentarios.

Un camino inesperado

Sabía que algo estaba mal, él solo me miro seriamente,
"Voy a buscar un amigo, no me esperes"
¿Adónde vas hijo? Pero solo quedo el silencio,
El silencio elocuente que da voces en mi corazón.

Mis rodillas doble, y oré, oré al Señor con todo mi corazón,
Cuida de mi hijo, cuida de su vida,
Tráelo a tus pies, tráelo a la cruz, enséñale la luz,
Escucha mi oración, atiende mis ruegos, Señor.

La vieja nada sabe, ella es de otra época,
Tengo que vivir, salir de este lugar, este sitio me ahoga,
Todos esos cuentos de Dios y Salvación,
Cuentos de la vieja, yo soy dueño de mi vida.

Y se vio corriendo, llevando el botín de su robo,
Buscando esconderse, huyendo de la justicia.
¿Dónde? ¿Aquí o allá? Donde no me pillen,
Dentro de ese monte de basura, ahí me esconderé.

No sé por qué el Señor me manda a hacer esto,
Se dijo el joven, que dudoso avanzaba hacia el sitio solitario,
Dios le había mandado predicar sobre un monte de basura,
Y a toda voz, sin ver a nadie, predico el evangelio,
Obedeciendo la voz del Señor, su mandato.

Y más tarde el joven, que ahora era pastor,
Recibió testimonio, de uno que dijo ahora ser salvo,
Porque mientras huía de la justicia,
Alguien le predico sobre un monte de basura, ahí encontró al Señor.

Henry Padilla Londoño
Adaptado de un testimonio que escuche.

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