lunes, 28 de junio de 2010

La sombra de la cruz

lasombradelacruz
Quien pudiera entenderme, este mundo parece una cárcel,
Quiero vivir, quiero amar, quiero conocer, quiero hacer muchas cosas,
Quiero tener dinero, vivir plenamente, soy joven déjenme,
Pero me enfrentan y atormentan, solo me dicen lo que yo debo hacer.

Dentro de mí, clamo por amor, por atención,
Pero no como tú me la das, no me digas lo que yo tengo que hacer,
Porque yo viviere mi vida y no tú,
Pero ámame como soy, y déjame ser.

Tu confusión hijo, no es muy diferente de la nuestra,
Tú eres nuestra esperanza, nuestro mayor tesoro,
Pero sentimos que te perdemos, que te alejas y nos da miedo,
Miedo de perderte, miedo a verte fracasar, miedo…. Mucho miedo.

Hemos orado por ti, como te queremos,
Pero vemos que nuestras palabras te apartan, te alejan,
Solo queremos decirte que te amamos, que queremos ayudar,
Perdónanos, nunca pudimos encontrar un libro que dijera como ser papa.

Y la sombra de la cruz se extendió sobre la familia,
La cruz trajo la paz, la paz de Jesús, como solo él la puede dar,
Y el espíritu empezó a obrar, en los hijos, en los padres,
Los trajo a los pies de Jesús.

La roca dura e hiriente, fue cambiada por un suave silencio, dulce y apacible,
La mirada opresora y llena de odio, por un llanto de perdón indecible,
Y las palabras cargadas de autoestima, se las llevo el viento del amor,
Y la familia se vio, feliz, unida orando al Señor.

Y yo escuche tu dulce voz:
Escribe lo que has visto y oído, háblalo a los cuartos vientos,
Porque llevaré mi mensaje a muchos, a los que anhelan mi consejo,
Solo con el Espíritu del Señor, hay verdadero consejo,
Solo en Cristo hay verdadero perdón.

No ahuyentes a tu hijo, queriendo vivir la vida de él,
No hieras a tu Madre a tu Padre,
Vivan, vivan felices en Jesús, Jesús ya murió,
Y pago por todo, tráiganlo todo a la cruz,
Este es el verdadero remedio, la verdadera salud,
Cristo Jesús, muerto y resucitado,
Es la solución que estabas clamando,
Y si escuchas mi consejo, YO mismo, en medio de ustedes estaré,
Y traeré unión, bálsamo de amor,
Bendición sobre tu familia, sobre tus hijos, y los hijos de tus hijos,
Sobre todos, hasta la mil generación, porque yo te quiero bendecir,
Mis pensamientos son buenos, de bendición.
Cristo, Cristo es la solución.

Amen.

Henry Padilla Londoño

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