miércoles, 9 de junio de 2010

Es solo…. que te amo.

Yo te amo pueblo mío,
Yo te anhelo, anhelo estar contigo.
Tú eres mi tesoro que Yo rescate,
Di mi vida por ti.
Ven, ven a mí,
No tardes.
Es solo... que te amo
Cuanto trabajo, cuantas carreras, de aquí para allá,
Buscando el centavo, buscando el bocado,
Me apresuro a mi trabajo,
"Busco un mejor futuro"
Solo una cosa requiero de ti.
 
Tus deseos te gobiernan, dirigen tu vida,
Hay que vivirla, ¡que viva!
Y vas como ciego por la vida,
Me miras con desprecio,
¿Y te preguntas para dónde vas?
 
Te mande un estudiante, uno que lee la Biblia,
De ese te burlaste,
Te mande uno que grito en la plaza,
¡Qué loco ese! Dijiste sonriendo.
Te mande un pastor,
¡Que aburrido el hombrecito!
Te mande un profeta,
¡Ese si me molesta!
 
Tus años se consumen en tu sueño vano,
Cazando al viento, ¿Qué haré para que entiendas?
No busco dañarte, ni quiero tu muerte,
Es solo…. Que te amo.
 
Sí, eres mi precioso tesoro,
Por ti daría mundos, y constelaciones de estrellas,
Como te he anhelado,
Mi pequeño, ven que te espero.
 
No tardes más, he puesto un tiempo,
Escúchame ahora, mientras aun hay tiempo.
Ven a Jesús, solo eso,
Yo me encargo del resto,
Ven, deja tus cargas en la cruz,
Jesús ya pago el precio por ti.
Solo tienes que venir,
Pero… no basta con solo decir,
Tienes que creer, mi pequeño,
Creer que Él murió por ti,
Por tus pecados, en tu lugar,
Creer que Él resucitó,
Porque él vive, tu también vivirás.
 
¿Te parece extraño?
No te pido que lo entiendas ahora,
Solo que lo creas, entrégame tus cargas,
Deja tu vida en mis manos,
Sanaré tus heridas, restauraré tu vida.
 
Dobla tus rodillas donde estas, y di:
Perdóname Señor, perdóname Jesús,
Tú eres mi Señor, mi Salvador.
Mi vida es tuya, poderoso Señor.
 
Henry Padilla Londoño

2 comentarios: