miércoles, 23 de junio de 2010

Una segunda oportunidad...

UnaSegundaOportunidad
Ella corría con toda su fuerza, no se atrevía a mirar atrás,
Sentía como si los pasos la estaban alcanzando, corría desesperada,
Corría por su vida, de repente una luz la cegó,
Cayó al suelo, sin poder hacer nada, escuchaba como de lejos,
¡La tenemos, la tenemos!, alcanzo a oír lejos que decían.

Sintió un líquido viscoso que corría por su rostro,
Y recordó su infancia, su mama,
María, corre, vamos a llegar tarde a la Iglesia.
Pero mama… yo no quiero ir.

Nada de eso, muévete, no quiero llegar tarde,
Y que saca uno con escuchar de Dios, si Él está muerto.
No digas eso niña, él resucitó, él Vive,
Un día lo sabrás, o lo crees o te perderás.

Se está muriendo, no vale la pena, dijo la voz,
Mientras ella no podía mover su cuerpo, solo escuchaba y recordaba.
Mama… mama…. Repetía en su interior María,
Me muero... me muero…. Y no creí…. Me voy al infierno.

Muchacha, recordó el rostro de su madre,
El Señor es misericordioso,
Si le pides perdón te perdonara, solo tienes que hacerlo,
RECUÉRDALO… algún día lo necesitaras….

Jesús… Jesús… me muero…. Perdóname…
Que tonta fui, que necia, tengo miedo… me voy…
La luz inundó a María, ella perdió toda esperanza,
No alcance… no alcance…

María, María… aún no es tu hora….
Quiero que vuelvas, quiero que creas.
Señor, yo he sido tu enemiga, me he burlado,
He engañado a los que en ti creían.

Yo nunca creí, perdón….
Tu madre ha orado por ti, tu madre y tus hermanos.
Ve, les hablaras de mi misericordia, de mi amor.
Escucho María la voz, en medio de la Luz.

¿Quién eres Señor? Si me preguntan ¿Qué diré?
Yo Soy Jesús, el Señor,
Dile a todo el que quiera, que venga,
Y reciba gratis perdón, pero tienes que dejar de pecar,
No puedes seguir pecando.

Diles que ya morí por todos,
Para que fueran libres,
Háblales de la muerte,
No todos tendrán la misma oportunidad que tú,
Hoy es el día de Salvación para todos,
Esfuércense por entrar por la puerta angosta.

Diles que vengo en breve,
Que no desesperen,
Que estoy a las puertas.
Diles que los amo.

Y cuando despertó, se secó su sudor,
Era como si lo hubiera vivido,
¿Qué, fue solo un sueño?
O acaso, una segunda oportunidad,
Para María y para ti.

Henry Padilla Londoño

2 comentarios:

  1. Precioso Henry. Dios es bueno y sigue llamando a su pueblo y dando oportunidades.
    Quiera Dios usarnos siempre para Su gloria.

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  2. Amen, esperanza. El Señor anhela que todos lleguemos a la Salvación, esta es su voluntad.

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