lunes, 31 de mayo de 2010

Poderoso guerrero

Poderoso Guerrero
Poderoso, tu caminar seguro, tu mirada serena,
Ahí estabas, parado a mis espaldas, la espada en tu mano,
Y mientras yo adoraba, tú cerrabas tus ojos y adorabas,
En medio de la humilde Iglesia de mi barrio.

Mi alma tiene sed de ti, Señor,
Clamo a ti, anhelo que sacies mi sed,
Sed de estar a tu lado, de oír tu voz,
De saberme agradable a ti Señor.

Porque tiemblas y te estremeces alma mía,
Porque miras de lejos lo que cerca esta,
Jesús te ha hecho agradable al Señor,
Él contigo ahora esta.

Mis ojos me engañan, y mis oídos no escuchan,
Porque he de ver con mi corazón,
Y escuchar su voz en mi corazón,
Tus Palabras, guías preciosas de mis pasos.

Tú eres mi refugio, poderoso guerrero,
Jesús, sacaste la vida de la cueva,
La luz de las tinieblas,
Me levantaste de mi miserable estado,
El oprobio aun de los despreciados.

Pero allí extendiste tu mano, poderoso guerrero,
Y de en medio de estiércol me sacaste,
Y me limpiaste, Rey soberano,
Y me diste vida a tu lado.

No adornaré mis palabras, no las esconderé,
¿Acaso adorara lo secreto al Señor?
Alzaré mi voz y a todos declararé,
Las maravillas que tú, poderoso guerrero,
Has hecho en tu siervo.

Hombres de la tierra, vengan,
Reciban salvación del único Redentor,
Daos prisa, antes que el cordón de plata sea cortado,
Antes que no puedas gritar ¡ayúdame Señor!

Mira a tu lado, ahí esta, junto a ti,
El Señor, que te llama, cuantas veces te ha llamado,
Ven a mí, no tardes más,
¿Sabes de tu mañana?
Ven hijo, hija, la hora es ya,
Mi Hijo a las puertas esta.

Henry Padilla Londoño

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